La diputada
Graciela Camaño fue clave en el inicio de la sesión preparatoria y describió los entretelones que precedieron a lo que representó una derrota para el oficialismo. Señaló además que
nunca entendió el ingreso de Kirchner como diputado y que pensó que lo que quería eran “los fueros”. aclaró que no le correspondía a ella abrir la sesión preparatoria, sino al secretario Parlamentario, que es el que debía subir al estrado y convocar al diputado de más edad para que se hiciera cargo de la sesión preparatoria y así los diputados poder elegir a las autoridades.
“Esto no ocurría, nos habían advertido que el oficialismo no iba a bajar,
yo lo conmino al secretario Parlamentario a que lo haga, en mi calidad de autoridad máxima del recinto, porque en ese momento no teníamos ninguna autoridad en el orden de presidentes y vicepresidentes, pero sí estábamos aquellos que ostentábamos los cargos en las comisiones”.
“Como no lo hicieron, me pareció que lo correcto era que quien preside la comisión más importante del Congreso, institucionalmente, tomara la responsabilidad de hacerlo y fue lo que hice”, puntualizó Camaño.
La diputada que dejó el oficialismo hace pocos días relató que “teníamos la versión de que el oficialismo estaba ganando tiempo para la negociación”, y detalló que en el marco de la negociación
“hubo bloques que tuvieron la enorme generosidad de ceder algunas posturas para poder acomodar la negociación”, citando en tal sentido el caso de la bancada de Felipe Solá, que si bien en las negociaciones les correspondía la vicepresidencia segunda y “a los efectos de que se cierre la negociación en las primeras horas de la tarde ellos habían cedido” ese cargo “con mucha generosidad”.
Graciela Camaño contó más adelante que cuando los propios legisladores contaban que las negociaciones estaban bien encaminadas,
“viene el desplante acostumbrado de alguien que cree que es el dueño de la Argentina, entonces lo que tendrá que aprender el caballero es que él está en un ámbito en donde se parlamenta, y donde se parlamenta con respeto y donde la palabra se cumple. Cuando uno se compromete, a mí me enseñaron esto hace muchos años, tiene que cumplir, aunque después no le guste”.
“Esto fue lo que pasó, ellos no pensaban bajar, pensaban tomarse los tiempos para que nosotros tuviésemos alguna actitud de pánico, pero igual hay algo que está muy consolidado que es hacer funcionar el Congreso y de otra manera”, detalló Camaño.
Consultada por Radio Mitre sobre las razones por las que dejó de ser oficialista, la esposa de Luis Barrionuevo contó que “no tuve nunca una relación de oficialista”, pero aclaró lo que piensa del Gobierno: “Hay muchas cosas que se hacen bien, pero creo que las cosas más importantes, que son las institucionales, no se hacen bien, y eso me extraña, porque
yo a Cristina la conozco del Parlamento; hemos sido colegas y compañeras de banca durante muchos años, pero también me da la impresión de que ahí influye mucho la relación con quien conduce este espacio, y no permite que probablemente todas las buenas cualidades que tiene la Presidenta se manifiesten”.
“A mí los métodos estos de llevar a los diputados a una reunión a la que no saben a lo que van, no me gustan, nunca participé de ese tipo de reuniones en donde sientan a las autoridades más importantes de la República Argentina, diputados intendentes y gobernadores, sale una persona y estas otras personas sólo ofician de público -comentó-. Eso nunca me gustó, nunca participé y me parece que no tenía sentido seguir así”.
Admitió además que “nunca le encontré sentido al ingreso de Kirchner” a la Cámara de Diputados, “en un momento seriamente pensé:
este hombre viene a buscar los fueros”.Reclamó más adelante con relación a los objetivos del Congreso que
“tenemos que lograr que el Parlamento distribuya los ingresos de esta Nación de manera federal, de manera tal que los gobernadores no queden rehenes del poder central”.
Graciela Camaño comentó también que
“a mí en la cabeza no me entra que una sola persona sea la que diga lo que todos los demás tienen que hacer”, aclarando que “No existen los salvadores individuales”.
“Tenemos que horizontalizar el poder, para que muchos pensemos, muchos hagamos; en ese sentido me parece que tiene que jugar el famoso contrapeso de las instituciones”, graficó.
Respecto de la posibilidad de que el kirchnerismo recupere popularidad, Graciela Camaño señaló que “yo creo que cuando vos perdés el contrato con la sociedad, lo perdés… Esto no se recupera, por más que vos te disfraces y bailes todos los días para dar alegría. Y
acá está roto eso, el encantamiento. Las sociedades se enamoran; lo que uno tiene que saber cuando está en ese lugar, cuando la sociedad te ve rubio y de ojos celestes, es que no sos rubio y de ojos celestes, y
que existe la finitud en todo, y más en el poder”. Fuente: Parlamentario
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